
La realidad es que a pesar de que en mi vida nunca ha existido ningún tipo de certeza, ahora me pregunto que hubiera pasado si hubiese entrado a estudiar medicina pero todo queda en mis profundos pensamientos que vuelven una y otra vez cada que intento ir a dormir al final del día.
Ahora bien, volviendo a la realidad, me doy cuenta de que a pesar de todo lo que haga por olvidarme de ese sueño que surgió de la manera mas ilógica, rara, e irracional pues me es imposible dar un paso para realizarlo a esta altura de mi vida (y eso que soy joven).

Con el tiempo fui dándome cuanta de que si existían muchos médicos pero cuántos no eran realmente buenos, a mi parecer mucho. Ademas, cuántos se dedicaban a la investigación; pues aun menos de los que uno puede imaginarse y eso es lo que yo quería; quería tener la oportunidad de cambiar la vida de alguien, de ser la gota de esperanza en el desierto de la desesperación...